martes, 28 de febrero de 2012

Referencias. Anuncio de Coca Cola.

http://www.youtube.com/watch?v=vrBD2hSdLS0&feature=related

La historia se resuelve en dos secuencias. En la primera, vemos a una madre de familia que llega a casa con cierta sensación de derrota: ha realizado una entrevista de trabajo y no ha conseguido el puesto por falta de referencias. Su marido la consuela, y los hijos miran desde el fondo. En la segunda, el hijo se vuelve hacia la cámara y empieza a recordar las cualidades de su madre:

Nací en 1986. Desde entonces, todos en casa le hemos creado unas ojeras que no oculta. Ella dice que son producto del amor… Su carrera se ha basado en la persuasión: ¡me convenció de que las verduras me pondrían los ojos verdes! Imaginación no le falta, no…

En ese momento, la confidencia se hace más íntima, más entrañable y amorosa: “La llamas y está. ¡Siempre está! Por eso no me he convertido en el imbécil que podría llegar a ser… Le saca partido a todo, es un genio. Debería darle las gracias a mi padre por haberla elegido”.

Sólo entonces nos damos cuenta de que el chico está delante del empleador y está relatando esas referencias que antes le faltaban. Por eso añade: “Yo creo que son buenas referencias, ¿no?”. Y, cuando ya se marcha, pensando que al menos ha podido decir algo bueno de su madre, nos sorprende la respuesta del ejecutivo: “Lo son. Quiero tenerla aquí. “Y usted –replica el chico- ¿tiene referencias?”, porque mi madre no debe trabajar en cualquier sitio…

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